Podemos estar o no de acuerdo con nuestras posturas, pero necesitamos que la verdad tenga valor. Que los datos, las fuentes, la opinión de los expertos y las construcciones argumentales importan es un principio que debería trascender cualquier grieta.
De lo contrario, los hechos se vuelven hachos únicamente en la medida en que encajan en los deseos de cada grupo, de cada tribu. Prosperan los lenguajes que privilegian la capacidad de incitar a las emociones, las narrativas que construyen paisajes solo accesibles a quienes compartan la forma de mirarlos. Como los ojos son diversos, aunque el mundo sea uno, el discurso tribal nos separa del abismo, crece esta semilla prolífica: la posverdad.
Guadalupe Nogués propone un viaje instrospectivo sobre la forma en la que vemos y analizamos el mundo. A través de ese recorrido, reclama la oportunidad de discutir políticas públicas. Y, sobre todo, la de restaurar los vínculos humanos que la posverdad nos robó.
ISBN 978-987-46963-0-4